...y Gattaca cumplió veinte años sin pena ni gloria.

 En este 2017 que termina la película Gattaca, ópera prima del director Andrew Niccol, cumplió 20 años desde su estreno. Parece que originalmente fue un fracaso en cuanto a recaudación en las salas, pero funcionó bien en el circuito doméstico.

Igualmente se estrenó aquí en España, pero la promoción tampoco fue muy buena que digamos: el tráiler lo único que decía era “Bienvenidos a Gattaca”. El tráiler no dejaba ver nada acerca de la temática de la película lo único que se veía era la fecundación de un óvulo a través de microscopio fundido con la imagen de Saturno. El cartel promocional tampoco podía ser peor aparecía una foto de Uma Thurman vestida de cóctel, seguida del óvulo con el Saturno y con otra foto de Ethan Hawke. Un eslogan promocional que decía: “Un experimento genético”. En definitiva nada que te pueda llamar la atención y que te invite a entrar en la sala a ver la película. Aparte que no había experimento por ningún lado, el experimento se habría hecho en el pasado, si acaso. En resumen: una buena película promocionada de pena.

 Finalmente la vi en la pantalla de tubo de 23 pulgadas mientras cumplía un arresto en el cuartel a finales del año 1999. La verdad es que no tenía mucha ilusión por verla, pero no había otra cosa, y total, la habían traído del videoclub de abajo. Descubri una película de una factura perfecta con un diseño de producción exquisito, repleta de diseño retro futurista años 50 y racionalismo arquitectónico que le otorgó una estética atemporal, que tras el paso del tiempo ha conseguido que prácticamente no envejezca, como otras muchas de su género que no lo han hecho ni lo más mínimamente decente, con una banda sonora que podríamos catalogar como fabulosa. La fotografía muy cuidada y los exteriores seleccionados son cálidos y acogedores, al contrario que la frialdad de los interiores.

A todo ésto hay que añadir que la NASA la describió como la película de ciencia ficción más realista rodada hasta la fecha.

La película trata el tema de en un futuro no muy lejano, los embriones generados de forma natural, son llamados “hijos De Dios”. Mientras que la forma de concepción “a la carta” a través de un genetista es el nuevo estándar. Éstos hijos a la carta son perfectos; sin aquellos genes que producen enfermedades ni taras congénitas.

Todo ello provoca la segregación entre validos e inválidos, entre tarados y no tarados.

Se nos cuenta la historia de un Hijo de Dios que no se conforma con lo que la sociedad le ha deparado por el hecho de su naturaleza, que toma un “escalón prestado” para cumplir su sueño: viajar a Titán.

Desgraciadamente, no se ha hecho una reedición especial 20 aniversario, ni con montaje del director, ni nada de nada, cuando las distribuidoras relanzan en BR cualquier mierda como el mayor acontecimiento.

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