lunes, 4 de diciembre de 2017

...y Gattaca cumplió veinte años sin pena ni gloria.

 En este 2017 que termina la película Gattaca, ópera prima del director Andrew Niccol, cumplió 20 años desde su estreno. Parece que originalmente fue un fracaso en cuanto a recaudación en las salas, pero funcionó bien en el circuito doméstico.

Igualmente se estrenó aquí en España, pero la promoción tampoco fue muy buena que digamos: el tráiler lo único que decía era “Bienvenidos a Gattaca”. El tráiler no dejaba ver nada acerca de la temática de la película lo único que se veía era la fecundación de un óvulo a través de microscopio fundido con la imagen de Saturno. El cartel promocional tampoco podía ser peor aparecía una foto de Uma Thurman vestida de cóctel, seguida del óvulo con el Saturno y con otra foto de Ethan Hawke. Un eslogan promocional que decía: “Un experimento genético”. En definitiva nada que te pueda llamar la atención y que te invite a entrar en la sala a ver la película. Aparte que no había experimento por ningún lado, el experimento se habría hecho en el pasado, si acaso. En resumen: una buena película promocionada de pena.

 Finalmente la vi en la pantalla de tubo de 23 pulgadas mientras cumplía un arresto en el cuartel a finales del año 1999. La verdad es que no tenía mucha ilusión por verla, pero no había otra cosa, y total, la habían traído del videoclub de abajo. Descubri una película de una factura perfecta con un diseño de producción exquisito, repleta de diseño retro futurista años 50 y racionalismo arquitectónico que le otorgó una estética atemporal, que tras el paso del tiempo ha conseguido que prácticamente no envejezca, como otras muchas de su género que no lo han hecho ni lo más mínimamente decente, con una banda sonora que podríamos catalogar como fabulosa. La fotografía muy cuidada y los exteriores seleccionados son cálidos y acogedores, al contrario que la frialdad de los interiores.

A todo ésto hay que añadir que la NASA la describió como la película de ciencia ficción más realista rodada hasta la fecha.

La película trata el tema de en un futuro no muy lejano, los embriones generados de forma natural, son llamados “hijos De Dios”. Mientras que la forma de concepción “a la carta” a través de un genetista es el nuevo estándar. Éstos hijos a la carta son perfectos; sin aquellos genes que producen enfermedades ni taras congénitas.

Todo ello provoca la segregación entre validos e inválidos, entre tarados y no tarados.

Se nos cuenta la historia de un Hijo de Dios que no se conforma con lo que la sociedad le ha deparado por el hecho de su naturaleza, que toma un “escalón prestado” para cumplir su sueño: viajar a Titán.

Desgraciadamente, no se ha hecho una reedición especial 20 aniversario, ni con montaje del director, ni nada de nada, cuando las distribuidoras relanzan en BR cualquier mierda como el mayor acontecimiento.

Los Multicines Greco (1.967 - 2.004)

Fue el primero de los multicines de Santa Cruz de Tenerife en echar el cierre, aunque era más nuevo que el Multicines Oscar.



Tras tres años de remodelación (1.983 - 1.986) el Cine Greco, una gran sala, se convirtió en un multicine de cuatro salas. Constaba de un gran hall-recibidor, en el que a mano derecha estaba la taquilla; el panel de información sobre las películas en exhibición, así como las que se estaban exhibiendo en el Multicines Oscar, pertenecientes a la misma empresa.

La sala 1 y la 2, se situaban en la planta baja. La Sala 3 (en color rojo), la mayor de todas, estaba en el piso superior a mano izquierda, y la Sala 4, la más pequeña, a mano derecha. Ambas salas contaban con filas de asientos en gradas. A mano izquierda, te encontrabas con la cafetería, montada a todo lujo como la Pastelería del Multicines Oscar. 

A la planta alta se subía por las escaleras laterales a cada lado de las Salas 1 y 2.

Las dos últimas veces que fui al Greco fue en 1998, concretamente a la Sala 3.

Los Multicines Price (1.990 - 2.013)

El cuarto multicine en fundir a negro. 

Cine Aguere


Los Multicines Oscar (1.982 - 2.005)

La primera vez que fui al cine fue para ver un re-estreno de Pinocho en el recién inaugurado Multicines Oscar. Corría el año 1.982 y la película Annie acababa de ser estrenada en las salas. Me llevó mi hermana junto a otros niños...

Los Multicines Oscar estaban en un sótano de un edificio de "nueva" (en aquel entonces) construcción, frente a los conocidos "Los Pitufos" en la Avenida de Bélgica. Cuando bajabas las escaleras de entrada desde la calle, a mano izquierda había unas escaleras que daban a un amplio local que con el paso de los años se convertiría en la Cafetería Oscar, con entrada desde el propio recibidor del cine, como con acceso directo desde la calle. A mano derecha te encontrabas con el Pub Broadway, una especie de bar de copas con iluminación tenue, al que para acceder había que bajar un par de escalones. Pegado a éste, también a mano derecha de la entrada del recibidor, estaba la cantina del cine a la que se accedía subiendo unos cuatro escalones. En las estanterías había toda clase de chocolatinas Cadbury's; Mars; Snickers; Twix; Nuts; chicles y toda la gama de los desaparecidos snaks Crecs.



A mano izquierda, había un panel cromado que indicaba las películas que se proyectaban en cada una de las cuatro salas, con el horario de proyecciones de éstas y en el estado de la proyección que estaban, si la película estaba comenzando, o estaba en el descanso, o terminando. Tras éste panel estaba la taquilla y ya nos encontrábamos en el "hall". Dicho "hall" constaba de dos plantas con un techo acristalado por el que entraba la luz natural. A mano derecha hay una barandilla (digo que la hay, porque el local sigue en pie) desde la que se veía un mural en piedra, con los grandes iconos del cine, troquelados en madera y metal (Gable; Monroe y Chapplin), flanqueados por las siluetas de dos camarógrafos montados en una grúa.

La sala de proyección, estaba acristalada, que te la encontrabas a mano izquierda y de camino a los servicios de la parte alta del "hall", dejando atrás la taquilla y una fila de asientos de espera. Esa era la sala de proyección para las salas 2; 3 y 4.

Las cuatro salas estaban en la planta baja, a la que se accedía a través de unas escaleras por debajo de la cantina. La decoración de las jardineras, estaba hecha con vegetales secos. Tras bajar dos tramos de escalones, ya estabas en la zona de las salas. Las paredes de esa zona, tenían unas vitrinas en las que se colgaban carteles y publicidad de los próximos estrenos.

La Sala 1, a la que se accedía bajando otro tramo de escaleras hacia la izquierda, estaba decorada en color tierra, era la sala con mayor pendiente de todas que tenía su propia sala de proyecciones. Las paredes estaban cubiertas de moqueta; el tapizado de las butacas era de color dorado y en el pasillo principal de la sala (que estaba a mano derecha de ésta), estaba decorado por jardineras con espejos y vegetales secos. Su iluminación era a base de focos fijos empotrados.

La Sala 2, estaba frente a la Sala 1, estaba decorada en color azul, tanto la moqueta, como el tapizado de las butacas, como la iluminación azul, a base de focos direccionales. Entre la Sala 2 y la Sala 3 estaban las vitrinas con publicidad de próximos estrenos.

La Sala 3, era la más grande (la de los taquillazos) en color rojo tanto las paredes como los asientos y suelo. Estaba iluminada por luminarias en forma de flecha blanca en tela que apuntaban hacia la gran pantalla. Constaba de un pasillo central y de dos laterales con una columnata. Tras cada columna había un foco de luz. Dichos pasillos laterales servían para habilitar butacas adicionales dependiendo de la magnitud del estreno.

Por último estaba, como no, la Sala 4, enteramente en color verde, iluminada por tubos fluorescentes en color blanco, dispuestos en forma de una gráfica. Era la sala más estrecha, a donde iban a parar los títulos según iban perdiendo audiencia.

...y ví tanto cine...

Como reza el título de ésta entrada y de éste blog; ví mucho cine, cine en pantalla grande, grandes historias de cuando Hollywood tuvo su última época dorada las décadas de 1.980 y 1.990, y alguna reposición en pantalla grande.

Pero sí, vi cine, mucho cine, cine en mayúsculas, excelente, bueno, regular y malo como un dolor, pero lo vi y disfruté en pantalla grande, en cines a pie de calle, en antiguos teatros reconvertidos en cines, no dentro de un impersonal centro comercial. Cines en los que los acomodadores y taquilleros te atendían uniformados de traje-chaqueta y corbata, dándote la ilusión de que entrabas a admirar un espectáculo de lujo, y no como hoy, que las grandes cadenas por ahorrar tanto en miserias, los acomodadores/limpiadores, te atienden uniformados con un polo de tela raída.

A partir de la década de 2.000 al menos hasta hoy en día (Diciembre de 2.017) las ideas han caído en "revivals" y en los mal llamados "homenajes", y en la precuela de la secuela tercera de la película "X", y en la secuela de la precuela. Ya no se habla de sagas, se habla de franquicias.

Estamos en una época en la que se ha juntado todo: la crisis; la crisis de ideas; la obligada digitalización de las salas; las grandes cadenas de centros comerciales;... y por supuesto lo caro que es ir hoy en día al cine, cuando antes podías permitirte el CCC (Cena Cine y Copa) una vez a la semana.

El cine, no es lo que era salvo muy honrosas excepciones. Hay crisis de ideas en la Meca del Cine, los buenos guionistas se han pasado a la televisión, gracias en parte a la apuesta por la calidad que hizo desde el principio la HBO y el resto de cadenas estadounidenses no han querido quedarse atrás en la apuesta por la calidad.

Ya no se hacen películas que envejezcan con dignidad, eso de momento se acabó: ¿cuántos taquillazos estrenados a partir del año 2.000, con el paso del tiempo, no se han quedado en títulos más para una "sobremesa" de Telecinco o Antena3?.

Desde aquí mi pequeño homenaje a las salas de cine de Santa Cruz y La Laguna que han ido cerrando, llevándose parte de la vida de nuestras ciudades, y por supuesto a aquellas obras que han hecho grande El Cine.

También he de decir que era un placer acudir a las grandes salas (antes de reconvertirse en multisalas) y disfrutar del espectáculo desde el palco. Tanto en el Cine Aguere; como en el Cine Greco; Cine Parque Victoria; Cine Rex; Cine Price ; Cine Baudet, Minicines Charlot y Cine Víctor. De esas salas, sólo queda ésta última, reabierta y digitalizada recientemente, las demás, o se convirtieron en multisalas (Greco; Price y Aguere, hoy cerradas las tres), o fueron demolidas para levantar bloques de viviendas (Parque Victoria), o se transformaron en boleras o fracasadas discotecas (Cine Rex).


...y Gattaca cumplió veinte años sin pena ni gloria.

 En este 2017 que termina la película Gattaca, ópera prima del director Andrew Niccol, cumplió 20 años desde su estreno. Parece que original...